domingo, 14 de noviembre de 2010

¿Por qué un diseñador gestiona I+D+i?


La verdad es que es algo que no deja de sorprender a quién lo sabe, porque aparentemente un diseñador no tiene perfil científico, pero realmente no es así. Un diseñador debe tener un alto conocimiento de materiales y procesos de producción y grandes inquietudes para ampliarlos, ese conocimiento va a ser una herramienta muy importante para poder aplicar a sus nuevos diseños y así poder superar barreras que le impiden llevar adelante algunas de sus ideas. Esa inquietud es la que le permite disfrutar de las posibilidades que le brinda la relación con científicos e investigadores, y si la desligamos de la aplicación inmediata al diseño y la dirigimos a buscar caminos para conseguir conocimiento no solo para si mismo sino para la organización en la que se participa nos encontramos con alguien bueno para buscar oportunidades de conocimiento, que establecerá las relaciones necesarias para poder encontrarlo y que después tendrá una visión muy abierta para desarrollar más aplicaciones. En este caso la curiosidad y la creatividad de un diseñador (si alguien carece de ellas podrá ser otra cosa, pero no diseñador) pueden emplearse en que esa avidez de conocimiento haga que este llegue a toda la organización y con puntos de vista posiblemente diferentes.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Ni somos Starck, ni trabajamos para Alessi


Lo primero es alejar cualquier sospecha de resentimiento que podría entenderse en el título, más bien al contrario, ojalá. Lo que ocurre es que nuestra realidad (la de la mayoría de los diseñadores españoles) es otra y no podemos diseñar productos que no cumplan con su aparente fución. Vaya por delante que el exprimidor de Starck para Alessi es uno de mis objetos de devoción, pero posiblemente no sea un exprimidor, sino un totem del diseño del siglo pasado, al que Starck quiso dotar de cierta funcionalidad doblando las patas hacia abajo para que no gotee y dándole altura para que quepa casi cualquier vaso debajo, sin embargo es inestable, tiene poco diámetro para narnajas y para limones medianos, no filtra la pulpa, caen al vaso la pepitas….su valor de uso como exprimidor es muy bajo, pero es muy reconocido y además es éxito de ventas. ¿Hubiera sido un éxito de ventas diseñado por Pedro Álvarez para una empresa de menaje de Albacete?, está claro, nosotros debemos pensar antes en el público de la empresa para la que trabajamos, no para todo el público, solo para el de esa empresa, posiblemente podemos intentar captar otro nuevo, pero siempre a partir del existente. El objeto debe funcionar perfectamente y ajustarse a las capacidades de producción de la empresa, y de esa manera nos acercaremos a un porcentaje superior de probabilidad de éxito, que solo vendrá dado por el balance positivo de la empresa. Es decir, que por encima de todo un diseñador común debe enfocarse a resultados, encerrado en las capacidades de la empresa y demandas de su mercado, es lo que hay fuera de la vida de design-star.

Puede parecer encorsetar demasiado la profesión, pero creo que al contrario, supone un reto más para quienes los retos les estimulan (de lo contrario no se da el perfil) y es la mejor manera de porder entender la entrada de la figura del diseñador de producto en la empresa, debiendo participar en aspectos productivos, comerciales y estratégicos porque su punto de vista suele ser diferente, no necesariamente válido (ninguno lo es al 100%) pero sí complementario de los otros y en muchas ocasiones estimulador de nuevos plenteamientos.

Con todo lo anterior quiero llegar a decir que la figura tradicional del diseñador que aporta su verdad en una parcela concreta de la empresa que se refiere a la configuración del producto debe desaparecer para poder alcanzar una eficaz integración de la figura del diseñador en la empresa y por supuesto el diseñador debe estar a la altura, estando preparado para algo más que tener ideas geniales sobre productos concretos.